domingo, 28 de abril de 2019

AMAR A LA IGLESIA

Amar a la Iglesia no exige de nosotros emociones románticas. Exige, eso sí, la voluntad de ver al Cristo vivo entre su gente y amarla como queremos amar al mismo Cristo. Esto es válido no solamente para la gente "pequeña", los pobres, los oprimidos, los olvidados, sino también para la gente "grande", los que ejercen la autoridad en la Iglesia. 

 Amar a la Iglesia significa estar dispuestos a encontrar a Cristo  en cualquier lugar de la Iglesia donde vayamos. Este amor no significa estar de acuerdo o aprobar las acciones de todos.  Por lo contrario, nos puede llamar a enfrentarnos con aquellos que ocultan a Cristo de nuestra visión. Pero sea que enfrentemos o afirmemos, critiquemos o alabemos, solamente podemos dar fruto cuando nuestras palabras y acciones provienen de corazones que aman a la Iglesia.

Henri Nouwen
Pan para el viaje

miércoles, 24 de abril de 2019

NO TENGAN MIEDO

Con su vida y su ministerio, Jesús enseñó a sus discípulos a no rendirse ante el miedo. Cuando los discípulos, sorprendidos por una gran tormenta en medio del lago, se llenaron de miedo, ¡Jesús dormía en la barca! Nosotros, como aquellos primeros discípulos, cada vez que el miedo nos domina, deseamos despertar a Jesús gritando llenos de ansiedad: «¡Sálvanos, Señor, que perecemos!». Y él replica: «¿Por qué estáis tan asustados, hombres de poca fe?». A continuación, Jesús increpa a los vientos y al lago, y sobreviene la calma (véase Mt 8,23-27). También escucharon esta voz las mujeres que se acercaron a la tumba y vieron que la piedra del sepulcro había sido corrida: «¡No tengáis miedo! ¡No tengáis miedo! ¡No tengáis miedo!».

Esto mismo dice el Señor cuando se aparece a los discípulos en la habitación superior después de la resurrección: «¡Ánimo, soy yo! ¡No tengáis miedo!» (Mt 28,10). «Yo soy un Dios de Amor que te invita a recibir dones de alegría, paz y gratitud y a dejar que tus miedos se esfumen, de forma que empieces a compartir eso de lo que tanto temes desprenderte». Cristo te invita a dejar la casa del miedo y trasladarte a la casa del amor: a pasar de un lugar de cautiverio y a instalarte en un espacio de libertad. «¡Ven conmigo, entra en mi casa, que es la casa del amor!».

Henri Nouwen
 Formación Espiritual

sábado, 20 de abril de 2019

UN DILEMA ESPIRITUAL

¿Deseamos estar con Cristo en la resurrección? Parecería que la mayoría de nosotros no esperamos esa nueva vida sino que, en cambio, estamos haciendo todo lo posible por prolongar nuestras vidas mortales. Sin embargo, a medida que ahondamos nuestra vida espiritual, la vida en comunión con el Señor resucitado, gradualmente hacemos contacto con nuestro deseo de franquear la puerta que nos llevará de la muerte a una vida eterna con Cristo. Esto no es un deseo de muerte, sino un deseo de ver cumplidos todos nuestros deseos. Pablo experimenta este deseo con mucha fuerza: Para mí la vida es Cristo y una ganancia el morir. Pero si vivir en la carne significa para mí trabajo fecundo, no sé qué escoger...Me siento apremiado por las dos partes: por una, deseo partir y estar con Cristo, lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor; pero, por otra parte, quedarme en la carne es más necesario para ustedes (Filipenses 1, 21-24). Este es un dilema que pocos de nosotros experimentamos, pero pone al descubierto el núcleo de la vida espiritual.

Henri Nouwen
Pan para el viaje

viernes, 19 de abril de 2019

EL AMOR PERMANECE

"La esperanza y la fe terminan cuando morimos. Pero el amor permanece. El amor es eterno. El amor viene de Dios y vuelve a Dios. Cuando muramos perderemos todo lo que la vida nos da, excepto el amor. El amor con que vivimos nuestras vidas es el amor de Dios en nosotros. Es el núcleo divino indestructible de nuestro ser. Este amor no solamente permanecerá sino que también llevará fruto, de generación en generación.

Cuando nos acerquemos a la muerte digámosle a los que dejamos atrás: Que sus corazones no se perturben, porque el amor de Dios que vive en mi corazón vendrá a ustedes, y les ofrecerá consuelo y les reconfortará".

Henri Nouwen
Pan para el viaje

miércoles, 17 de abril de 2019

LA INTIMIDAD DE LA MESA COMPARTIDA

"La mesa es uno de los lugares más importantes de nuestras vidas. Es allí donde nos damos los unos a los otros... 
Deseamos la comunión. Por eso, negarse a comer y beber lo que nos ofrece el que nos ha invitado es tan ofensivo. 
Se siente como un rechazo de la invitación a la intimidad.  
Aunque parezca raro, la mesa es el lugar donde queremos llegar a ser comida y bebida el uno para el otro. 
Cada desayuno, almuerzo o comida puede convertirse en un tiempo para crecer el comunión con otros".

Henri Nouwen

MIRAR CON BUENOS OJOS

"No tenemos que ir lejos para encontrar el tesoro que buscamos. Hay belleza y bondad en el lugar donde estamos. Y solamente cuando podemos ver la belleza y la bondad que están cerca nuestro podemos reconocer la belleza y la bondad cuando viajamos por el mundo. 
Tratemos de ver la belleza y la bondad que están delante nuestro antes de salir hacia otros lugares para buscarlas".

Henri Nouwen

miércoles, 10 de abril de 2019

DAR GRACIAS POR CADA MOMENTO

"Jesús nos llama a reconocer que el gozo y la pena nunca se separan, que la alegría y la tristeza van muy juntas, y que el luto y el baile son partes de un mismo movimiento. Por eso Jesús nos pide dar gracias por cada momento que hemos vivido, y afirmar nuestro particular camino como la manera con la que Dios moldea nuestro corazón para mayor armonía con Él. La cruz es el símbolo principal de nuestra fe, y nos invita a encontrar esperanza donde vemos dolor y a reafirmar la resurrección donde vemos muerte. El llamado de ser agradecido es para confiar que cada momento de nuestra vida es un viacrucis que conduce a una nueva vida".

Henri Nouwen

sábado, 6 de abril de 2019

AHÍ ES DONDE QUIERO ESTAR...

"Cuando vi el póster del cuadro de Rembrandt con el regreso del hijo, que estaba siendo abrazado por su padre, estaba totalmente desbordado, y dije: ahí es donde quiero estar. Empecé a pensarme a mí mismo como el hijo que había escapado y que quería volver a casa. Pero entonces... el hijo mayor, de repente, empezó a hablarme. Soy el hijo mayor, y reconozco que hay mucho rencor en mí. Mucho no querer disfrutar mientras vivía mi vida. Desperté a la verdad que ambos jóvenes vivieron en mí".

Henri Nouwen
Esta noche en casa

lunes, 1 de abril de 2019

UN MUNDO QUE FOMENTA LAS ADICCIONES

"El mundo dice: «Sí, te quiero si eres guapo, inteligente y gozas de buena salud. Te quiero si tienes una buena educación, un buen trabajo y buenos contactos. Te quiero si produces mucho, vendes mucho y compras mucho». Hay interminables «síes» escondidos en el amor del mundo. Estos «síes» me esclavizan, porque es imposible responder de forma correcta a todos ellos. El amor del mundo es y será siempre condicional. Mientras siga buscando mi verdadero yo en el mundo del amor condicional, seguiré «enganchado» al mundo, intentándolo, fallando, volviéndolo a intentar. Es un mundo que fomenta las adicciones porque lo que ofrece no puede satisfacerme en lo profundo de mi corazón.

«Adicción» es probablemente la palabra que mejor explica la confusión que impregna tan profundamente la sociedad contemporánea. Nuestras «adicciones» nos hacen agarrarnos a lo que el mundo llama las «claves para la realización personal»: acumulación de poder y riquezas; logro de status y admiración; derroche de comida y bebida, y la satisfacción sexual sin distinguir entre lujuria y amor. Estas adicciones crean expectativas que no consiguen más que fracasar al intentar satisfacer nuestras necesidades más profundas. 

A medida que vamos viviendo en un mundo de engaños, nuestras adicciones nos condenan a búsquedas inútiles en «el país lejano» obligándonos a afrontar constantes desilusiones mientras seguimos sin realizarnos. En estos tiempos de crecientes adicciones, nos hemos ido muy lejos de la casa del Padre. Una vida adicta puede describirse como una vida en «un país lejano». Es desde aquí desde donde se alza nuestro grito de liberación".

Henri Nouwen
El regreso del hijo pródigo