Prácticamente
cualquier cosa que nos exija proceder con más calma y ordenar nuestro tiempo,
así como nuestros deseos y pensamientos, con el fin de contrarrestar el
egoísmo, la impulsividad o la confusión mental, puede ser una disciplina
espiritual.
En mi
opinión, al menos tres disciplinas o prácticas espirituales clásicas son
particularmente útiles en la relación de dirección espiritual, porque pueden
ayudar a dar cabida a Dios en nosotros:
1-
la disciplina del
corazón
2-
la disciplina del Libro
3-
la disciplina de la Iglesia
o comunidad de fe.
Juntas,
estas prácticas espirituales nos ayudarán a superar nuestras resistencias a la
escucha contemplativa y la obediencia activa a Dios, liberándonos para vivir
una vida espiritual encarnada y plena”.
Henri Nouwen. (“Dirección Espiritual”)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.