“La palabra obediencia queda frecuentemente desvirtuada por numerosos sentimientos de hostilidad, resentimiento o distancia. Casi siempre supone que alguien está en situación de imponer su voluntad a otros… La palabra obediencia se deriva de la palabra latina audire, que significa ‘escuchar’. La obediencia, tal como está encarnada en Jesucristo, es una escucha total, un prestar atención sin vacilación o límite alguno, un ser ‘todo oído’.”
HENRI NOUWEN
HENRI NOUWEN
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