En NAVIDAD celebramos el hecho de que la Palabra de Dios se hace carne, se encarna, se vuelve vida nuestra. Dice una canción popular que "Jesús es verbo, no sustantivo". Nosotros, a lo largo de Adviento, esperamos la Palabra con las palabras del Evangelio diario.
"Nuestra espera siempre está moldeada por la atención a la palabra. Estamos sabiendo que alguien quiere dirigirse a nosotros. La pregunta es: ¿estamos en casa? ¿estamos en casa, listos para abrir la puerta? Necesitamos esperar juntos, para mantenernos unos a otros en casa espiritualmente, para que cuando la palabra llegue pueda hacerse carne en nosotros. Por eso es que la Palabra de Dios está siempre en el medio de aquellos que se reúnen. Leemos la palabra para que pueda hacerse carne y tener toda una nueva vida en nosotros". (Henri Nouwen)
"La Palabra tiene en sí una potencialidad que no podemos predecir. El Evangelio habla de una semilla que, una vez sembrada, crece por sí sola también cuando el agricultor duerme."
(Francisco)
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