"Henri veía la vida esencialmente como un don y la creación de la vida como una manifestación del amor de Dios. De ello se desprende en consecuencia que nuestra forma de vivir la vida se convierte en parte integrante de nuestra conversación con Dios y nuestras palabras y nuestros actos configuran nuestra respuesta al hecho ya no únicamente de haber sido creados, sino igualmente de ser amados".
"Si la vida es una respuesta al amor de Dios, en ese caso el ser conscientes de nosotros mismos, ser nosotros mismos, hacernos cargo de lo que somos y hablar desde el corazón, forma todo ello parte integrante de nuestra respuesta. La espiritualidad personal de Henri Nouwen giró en torno a constatar y abrazar su propia identidad".
"A veces una limitación se convierte en una fuente de fuerza. Muchos grandes logros comienzan con la superación de una adversidad".
Michael O´Laughlin
"El amado de Dios"
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