"Esperar resulta esencial para la vida espiritual. Pero
esperar como discípulo de Jesús no es una espera vacía, sino una espera con una
promesa en nuestros corazones que hace ya presente lo que esperamos. Durante el Adviento esperamos el nacimiento de Jesús. Después de Pascua esperamos la
venida del Espíritu y después de la Ascensión de Jesús esperamos su nueva
venida gloriosa. Siempre estamos esperando, pero es una espera vivida en el
convencimiento de que ya hemos visto las huellas de Dios. Esperar a Dios es una
espera activa, alerta, ¡sí, gozosa!. Mientras esperamos, recordamos a aquel que
creó una comunidad preparada para darle la bienvenida cuando Él venga."
HENRI NOUWEN
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.