“En ciertos momentos sentimos una unidad completa en nuestro
interior. Esto puede suceder si estamos
en la cima de una montaña
y el panorama que contemplamos nos cautiva. Puede suceder cuando asistimos al nacimiento de un hijo o a la muerte de un amigo. Puede suceder cuando mantenemos una conversación íntima o una comida en familia. Puede suceder en la iglesia durante la misa o en una estancia durante la oración. Pero donde quiera que suceda, y suceda como suceda, nos decimos: ‘esto es, todo encaja, aquí está todo lo que he esperado alguna vez’.
y el panorama que contemplamos nos cautiva. Puede suceder cuando asistimos al nacimiento de un hijo o a la muerte de un amigo. Puede suceder cuando mantenemos una conversación íntima o una comida en familia. Puede suceder en la iglesia durante la misa o en una estancia durante la oración. Pero donde quiera que suceda, y suceda como suceda, nos decimos: ‘esto es, todo encaja, aquí está todo lo que he esperado alguna vez’.
Esos son los momentos que hay que recordar cuando Dios
parece estar lejos y todo parece vacío e inútil. Esas experiencias son
verdaderos momentos de gracia.”
HENRI NOUWEN
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