"A veces sentimos una terrible sequedad en nuestra vida
espiritual. No sentimos ganas de rezar, no sentimos la presencia de Dios, nos
aburrimos con los servicios religiosos e incluso pensamos que todo lo que
creíamos de Dios, Jesús y el Espíritu Santo no son más que un infantil cuento
de hadas.
Entonces es muy importante darse cuenta de que la mayoría de
tales sentimientos y pensamientos no son más que eso: sentimientos y
pensamientos, y que el Espíritu de Dios está mucho más allá de nuestros
sentimientos y pensamientos.
Es una gran bendición ser capaces de sentir la presencia de
Dios en nuestros pensamientos y sentimientos, pero cuando no nos pasa, eso no
quiere decir que Dios está ausente. A menudo significa que Dios nos llama a una
mayor fidelidad. Precisamente es en tiempos de sequedad de espíritu cuando
debemos mantener nuestra disciplina espiritual, con el fin de crecer
hacia una
nueva intimidad con Dios.”
HENRI NOUWEN
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