"Cuando hablamos del Espíritu Santo, estamos hablando del aliento de Dios que respira en nosotros. La Palabra griega que significa "espíritu" es pneuma y quiere decir aliento. Rara vez tenemos conciencia de nuestra respiración. Es tan esencial para la vida que sólo pensamos en ella cuando no funciona como debiera. El Espíritu de Dios es como nuestro aliento, es más íntimo en nosotros de lo que somos nosotros para nosotros mismos. Podemos no tener conciencia de ello, pero sin él no podemos vivir una "vida espiritual". Es el Espíritu de Dios quien reza en nosotros, el que nos ofrece los dones del amor, el perdón, la amabilidad, la bondad, la serenidad, la paz y el gozo, Es el Espíritu quien nos da la vida que la muerte no puede destruir. Digamos siempre en nuestras oraciones: "Ven, Espíritu Santo, ven".
Henri Nouwen
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.