Las luchas de Nouwen
respecto a su condición homosexual tenían mucho que ver con su condición de
sacerdote católico, que había elegido voluntariamente el celibato, y que no
tenía intenciones de faltar a su compromiso con la Iglesia; también con su
condición de escritor famoso, que era referencia espiritual para muchas
personas. Henri quería conservar todo eso, pero al mismo tiempo intentaba y
necesitaba también ser fiel a sí mismo. Su entrada en la comunidad de El Arca,
por sugerencia de Jean Vanier, fue una oportunidad para establecer relaciones
afectivas que serían particularmente sanantes, y parte esencial de su proceso
de integración; sin embargo fue una amistad íntima con Nathan Ball, en Daybreak
lo que desencadenó la profunda crisis que le obligó a buscar ayuda psicológica.
Su amigo se sentía abrumado por la afectividad de Henri, y sin deshacer los
afectos decidió poner distancia entre ambos. Fue una noche oscura a la Henri, profundamente
y patológicamente aferrado a esa
amistad, sobrevivió aferrándose a su fe.
De estas luchas personales surge en Nouwen una
nueva comprensión de su corporalidad; las ayudas que recibió en su crisis
incluían ejercicios en los que era abrazado y se le invitaba a sentir su
cuerpo. Henri cayó en la cuenta de que el cuerpo exteriorizaba una historia
espiritual, y que era importante dialogar con él. Era un importante paso de
avance al que había precedido una enseñanza radicalmente contraria: al cuerpo
se le debe mantener siempre bajo control...
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