"Uno de los misterios de la vida consiste en que el recuerdo de alguien nos puede acercar a esa persona mucho más íntimamente de lo que puede hacer la presencia física. La presencia física no sólo invita a la comunicación íntima sino que también la bloquea. En nuestro actual estado de prerresurrección, nuestros cuerpos ocultan tanto como revelan. De hecho, muchas de nuestras desiluciones y frustraciones en la vida están relacionadas con el hecho de que nos vemos y nos tocamos unos a otros, pero ello no genera siempre la cercanía que buscamos. Cuanto más experiencia tenemos en la vida, más percibimos que la cercanía crece en una continua interacción de la presencia y de la ausencia".
Henri NOUWEN
Qué interesante punto de vista. No lo había pensado antes.
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