“Orar por los otros significa hacerlos parte de nosotros mismos. Orar por los demás significa permitir que sus dolores y sufrimientos, sus ansiedades y soledades, su confusión y sus miedos resuenen en lo más íntimo de nosotros mismos. Orar es, así, convertirnos en aquellos por quienes oramos, convertirnos en el niño enfermo, la madre llena de miedo, el padre afligido… Orar en entrar en una profunda solidaridad con todo ser humano, de modo que en nosotros y a través de nosotros ellos puedan ser tocados por el poder sanante del Espíritu de Dios.” (1982)
“Si la oración nos lleva a una más profunda unidad con el Cristo compasivo, nos llevará también a asumir actos concretos de servicio… En el servicio encontramos a la gente y en ella a Cristo sufriente.” (1982:)
“La oración nos lleva siempre, a la vez, al corazón mismo de Dios y al corazón de la lucha humana. Es en el corazón de Dios donde llegamos a comprender la verdadera naturaleza del sufrimiento humano y tomamos nota de nuestra misión de aliviar ese sufrimiento.” (1981)
Henri NOUWEN
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.