"Cuando Jesús tomó pan, lo bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos, resumió, en estos gestos, su propia vida. Jesús fue elegido desde toda la eternidad, bendecido en su bautismo en el río Jordán, roto en la cruz y dado a todos los seres humanos. Este es el sagrado viaje del Hijo de Dios, Jesús el Cristo.
Cuando nosotros tomamos el pan, lo bendecimos, lo rompemos y lo damos con las palabras: "Este es el Cuerpo de Cristo", estamos expresando nuestro compromiso de hacer que nuestras vidas se parezcan a la vida de Cristo. Nosotros también queremos vivir como personas elegidas, bendecidas y rotas, para así convertirnos en alimento para el mundo".
Henri Nouwen, "Pan para el viaje".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.