"En la vida espiritual, escuchar es mucho más que una simple estrategia psicológica para ayudar a los demás a descubrirse a sí mismos. En la vida espiritual, quien escucha no es el yo, al que en realidad lo que le gustaría es hablar,(pero que está entrenado para contenerse), sino el Espíritu de Dios que está en nuestro interior. Cuando hemos recibido el Espíritu (o sea, el Espíritu de Jesús como aliento de Dios que alienta en nosotros), ese Espíritu crea en nosotros un lugar sagrado donde podemos recibir a los demás y escucharlos.
El Espíritu de Jesús ora en nosotros y escucha en nosotros a todos aquellos que vienen a nosotros con sus tribulaciones y sufrimientos.
Si nos atrevemos a confiar plenamente en el poder del Espíritu de Dios que escucha en nosotros, veremos producirse verdaderas sanaciones."
HENRI NOUWEN
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