"Existe una gran diferencia entre tener éxito y ser fructífero.
El éxito es producto de la fuerza, del control, de la respetabilidad. La persona de éxito posee la energía necesaria para crear algo, controlar su desarrollo y difundirlo masivamente. El éxito proporciona muchas recompensas y, frecuentemente, la fama.
Los frutos, sin embargo, nacen de la debilidad y la vulnerabilidad. Y los frutos son únicos. Un niño es un fruto concebido en la vulnerabilidad, la comunidad es el fruto de la desunión compartida y la intimidad es el fruto que crece gracias a compartir
nuestras heridas.
La verdadera alegría nace de dar fruto, no del éxito."
HENRI NOUWEN
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