La eucaristía es el sacramento por medio del cual llegamos a ser un cuerpo. Convertirse en un cuerpo no es llegar a ser un equipo, un grupo, si siquiera una confraternidad. Convertirse en un cuerpo es llegar a ser el Cuerpo de Cristo. Es llegar a ser el Señor viviente, visiblemente presente en el mundo. Es, tal como se ha dicho con frecuencia, llegar a ser el cuerpo místico de Cristo. Pero en el ámbito de lo espiritual, místico y real significan lo mismo.
Henri Nouwen
Pan para el viaje
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