En su libro "Pan para el viaje" encuentro algunas meditaciones de Henri Nouwen acerca de la Iglesia; me parecen acertadas sus ideas, por eso les comparto algunas:
"Cuando pensamos en la Iglesia debemos hacerlo como un cuerpo de personas que llevan a cabo un mismo viaje. Hemos de contemplar entre ellas a mujeres, hombres y niños de toda edad, raza, y a sociedades que se brindan apoyo mutuo en su largo y a veces fatigoso camino hacia el hogar definitivo".
"Cuando decimos que la Iglesia es un cuerpo no nos referimos únicamente al cuerpo santo y sin tacha hecho a imagen y semejanza de Cristo mediante el bautismo y la eucaristía, sino también a los cuerpos martirizados de todas las personas que constituyen sus miembros. Sólo cuando mantenemos unidas estas dos formas de pensar y de hablar vivimos en la Iglesia como verdaderos seguidores de Jesús".
"Frecuentemente nos parece más difícil creer en la Iglesia que creer en Dios. Pero cuando separamos nuestra fe en Dios de nuestra fe en la Iglesia, nos convertimos en unos incrédulos. Dios nos ha proporcionado la Iglesia como el lugar en el que Él se hace Dios con nosotros".
"A menudo oímos decir que debemos vivir en el mundo sin ser del mundo. Pero puede ser más difícil vivir en la Iglesia sin ser de la Iglesia. Ser de la Iglesia significa estar tan preocupado e involucrado en las numerosas cuestiones eclesiales y pormenores clericales que Jesús ya no sea nuestro centro. En ese momento, la Iglesia nos ciega a lo que hemos ido a ver y nos hace sordos a lo que hemos ido a oír. No obstante, es en la Iglesia donde Cristo mora, nos invita a su mesa y nos dice palabras de amor eterno. Vivir en la Iglesia sin ser de ella es un gran desafío espiritual".
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