Todo parece
apuntar a que Henri Nouwen tenía la intención de escribir acerca de la
homosexualidad, como una historia de la mente, el corazón y el cuerpo, en una
clave cristiana, y estuvo leyendo y buscando información sobre el tema.
Quedaron algunos manuscritos sobre sexualidad y espiritualidad que esperan ser
publicados, y que suscitan profundo interés entre los especialistas.
Podemos decir, con Michael Ford, que para
Nouwen, siguiendo la línea de Carl Jung, las personas homosexuales suelen estar
dotadas de un raudal de sentimientos religiosos que crean una espiritualidad
que les hace sensibles a la revelación. Henri sintonizaba con la energía
divina, sentía pasión por Jesús y se sentía llamado a ofrecer palabras de
esperanza y consuelo desde su propia y misteriosa angustia. Aunque era una
figura fronteriza en el mundo de la espiritualidad contemporánea, fue siempre
un sacerdote fiel a su Iglesia. Nouwen era un profeta, incluso a veces, a pesar
de sí mismo, como Jonás o como Oseas.[1]
La preferencia sexual de una persona, no es lo que la define. Todos somos mucho más que heterosexuales, homosexuales o bisexuales. Nuestro cuerpo, incluyendo la sexualidad, es templo del Espíritu, tan humano como sagrado.
ResponderEliminarQuedamos a la espera de la visión de Nouwen respecto al cuerpo en la vida espiritual. Gracias Manuel por las entradas sobre este tema.