Un tema particular que llama la atención en Henri Nouwen, y del que ya comentamos antes, es la atención que empezó a prestar a partir de un momento de su vida, y como respuesta a sus propias necesidades, a lo que podemos llamar una espiritualidad o una teología del cuerpo. Estas son algunas ideas que desarrolla:
1-
Estás llamado a la unidad. Esa es la
buena nueva de la encarnación. La
Palabra se vuelve carne y, así, se crea un nuevo lugar en que
pueden habitar todo lo tuyo y todo lo de Dios. Cuando hayas encontrado esa
unidad, serás verdaderamente libre.
2-
Nunca te has sentido completamente a
salvo en tu cuerpo. Cada vez más, has llegado a ver a tu cuerpo como un enemigo
que hay que conquistar. Pero Dios quiere que seas amigable con tu cuerpo, de
manera que pueda estar preparado para la resurrección. Cuando no eres
totalmente dueño de tu cuerpo, no puedes reclamarle una vida eterna.
3-
¿Cómo hacer que tu cuerpo te
pertenezca? Dejándole participar en tu deseo más profundo de recibir y ofrecer
amor. Tu cuerpo necesita ser sostenido y sostener, ser tocado y tocar. Ninguna
de estas necesidades es para desdeñar, negar ni reprimir...
Gracias Manuel, y algo me llevo,un abrazo.
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