"La vida entera de Jesús fue un testimonio del amor de su
Padre, y Jesús llama a sus discípulos a que continúen dando testimonio en su
nombre. Nosotros, como seguidores de Jesús, somos enviados a este mundo para ser signos vivientes del amor incondicional de Dios. Así, no somos juzgados
primeramente por lo que decimos sino por nuestras vidas. Cuando la gente dice
de nosotros: Ved cómo se quieren es que han percibido una señal del Reino de Dios que Jesús anunció, y se sienten atraídos por el amor como por un imán.
En un mundo tan dividido por las rivalidades, la ira, el
odio, nosotros tenemos la privilegiada vocación de ser signos vivientes del
amor que puede tender puentes sobre todas las divisiones y sanar todas las
heridas."
HENRY NOUWEN
(Una motivadora reflexión para la octava de oración por la unidad de los cristianos)
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