"Dios es un Dios de abundancia, no un Dios de escasez. Jesús nos revela la abundancia de Dios cuando ofrece tanto pan a la muchedumbre que quedan doce cestos llenos con los trozos
sobrantes (Juan 6,5-15) y cuando hace que sus discípulos pesquen tantos peces que su barca casi naufraga (Lucas 5,1-7). Dios no nos da lo suficiente. Dios nos da más de lo suficiente, más pan o más peces de los que somos capaces de comer, y más amor del que osaríamos pedir.
Dios es un dador generoso, pero únicamente podemos ver y disfrutar la generosidad de Dios si amamos a Dios con todo nuestro corazón, mente y fuerzas. Si decimos: <Te amaré Señor, pero primero sé generoso conmigo> , nos alejamos de Dios y somos incapaces de sentir todo lo que de verdad Dios quiere darnos, que es vida, y vida en abundancia."
HENRI NOUWEN
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