domingo, 30 de diciembre de 2012

PARA CONOCER MEJOR A HENRI NOUWEN


           Aquí presento la bibliografía fundamental en espanol,  a través de la cual podemos conocer mejor a Henri Nouwen:

   Escritos Biográficos:
1-  “Escritos esenciales”. Introducción y edición de Robert  A. Jonas, Santander, Sal Terrae, 1999. Una excelente biografía introductoria, titulada “El fuego del amado”, muy completa, y una buena selección de textos.
2-    J. BEUMER,Henri Nouwen. Una incansable búsqueda de Dios”, Buenos Aires,  Lumen, 1997. Está escrito por un amigo del Nouwen, teólogo y predicador, y tenía el estímulo y la aprobación del propio Henri. Intenta una síntesis del pensamiento de Nouwen.
3-    M. FORD, “Henri Nouwen. El Profeta herido”, Santander, Sal Terrae, 2000. En esta biografía se toca por primera vez públicamente la condición homosexual de Henri Nouwen, pero además es amena y osada, al presentar a un ser humano activo y complejo.
4-    M. O´Laughlin, “El amado de Dios. Biografía espiritual de Henri Nouwen”, Bilbao,  Desclée de Brouwer, 2006. Es la última que apareció en español, más espiritual y como un intento de revisar algunas afirmaciones del libro anterior. Se lía un poco intentando describir la psicología de Nouwen. Intenta pulir un poco las aristas del libro anterior, del que se reconoce deudor, y presentar a Nouwen como modelo.
5-    Hay otras biografías cortas que aparecen en libros dedicadas a resaltar la santidad cristiana. Por ejemplo: AA.VV., “Vidas de Fuego. Grandes figuras espirituales de la historia del siglo XX”, Buenos Aires, LUMEN-EDIBESA, 2006, 251-269 (Breve biografía y presentación de los temas fundamentales de la espiritualidad de Nouwen, escritas por Anselm Grün). También: R. Ellsberg, “Todos los santos. Reflexiones diarias sobe santos, profetas y testigos de nuestro tiempo”, México D.F., Lumen, 2001, 249-251.

AMISTAD

 "Cada vez me convenzo más de que permanecer en silencio con los amigos es tan importante como hablar con ellos".

 Henri Nouwen

sábado, 29 de diciembre de 2012

CADA DÍA...


“Sólo tengo una cosa clara. Hay que vivir bien cada día. ¡Qué verdad tan simple! Tengo que confiar en que la pizca de amor que siembro ahora producirá muchos frutos, aquí en este mundo, y en la vida futura”.

Henri Nouwen.

viernes, 28 de diciembre de 2012

LA ORACIÓN INÚTIL


“¿Por qué debo pasar una hora en oración, cuando no hago durante ese tiempo más que pensar en la gente con la que estoy enojado, en la gente que está enojada conmigo, en los libros que tendría que leer… y miles de cosas tontas que se apoderan de mi mente instantáneamente?
La respuesta es porque Dios es más grande que mi mente y mi corazón, y lo que realmente está pasando en la casa de oración no se puede medir en términos de éxito o fracaso humanos.
Lo que debo hacer primero es ser fiel. Si creo que el primer mandamiento es amar a Dios con todo mi corazón, mente y alma, entonces, debería, por lo menos, pasar una hora al día sólo con Dios. La pregunta sobre si es útil, si ayuda, si es práctico o fructífero, es completamente irrelevante, ya que la sola razón para amar es el amor mismo. Todo lo demás es secundario.
Lo extraordinario es, sin embargo, que sentándome en la presencia de Dios durante una hora cada mañana, día a día, semana tras semana, mes tras mes, en total confusión y con una miríada de distracciones, cambia radicalmente mi vida. Dios, que me ama tanto que mandó a su único hijo no a condenarme sino a salvarme, no me deja esperando en la oscuridad por mucho tiempo. Podría pensar que cada hora es inútil pero, después de treinta o sesenta o noventa de esas inútiles horas, gradualmente me doy cuenta de que no estaba tan solo como pensaba: una voz muy pequeña y suave ha estado hablando conmigo, mucho más allá de mi lugar ruidoso.
Por lo tanto, ten confianza y espera en el Señor”.

Henri Nouwen.
“Camino a casa”

HENRI NOUWEN y Thomas MERTON

Thomas Merton era uno de los autores favoritos de Henri Nouwen, sobre todo por el modo en que Merton hablaba de los problemas y desafíos de la vida espiritual; entre sus libros favoritos escritos por Merton, podemos citar: Semillas de Contemplación, Conjeturas de un espectador culpable, El signo de Jonás, y El zen y los pájaros del deseo. Uno de los primeros libros que Nouwen escribió estuvo dedicado a Merton, y es evidente al repasar la vida y los escritos de Nouwen escuchar ecos de las palabras e ideas del monje trapense. Nouwen pasó algunas temporadas en monasterios trapenses, y se hizo acompañar espiritualmente de uno de los discípulos de Merton. Fue este mismo, John Eudes Bamberger, quien ripostó la afirmación de que Merton y Nouwen estaban cortados por un mismo patrón; según él, ambos se hubieran entendido, pero eran dos personas absolutamente diferentes, escribían para públicos distintos y desde diversos niveles de experiencia. Henri era básicamente un profesor, que comunicaba a un nivel más popular; Merton escribía para un público más especializado, y era un poeta, una figura literaria. Henri era alguien entregado, de inteligencia notable, pero Merton tenía una inteligencia extraordinaria. Creo que estas distinciones pecan siempre de subjetividad, y para mí ambos han tenido una peculiar experiencia espiritual que han querido y sabido comunicar. En ambos, Merton y Nouwen, parece que la escritura fue parte esencial de su itinerario de crecimiento y su santidad; necesitan escribir para experimentar plenamente el encuentro con Dios; ambos escribieron diarios que fueron publicados, y ambos escribieron abundantemente. En uno de sus libros Nouwen relata un sueño que tuvo con Merton y que le dejó un mensaje de sabiduría muy importante:
“Una noche, Nouwen tuvo un sueño acerca de Thomas Merton que le pareció significativo. Nouwen y un grupo de religiosas, sin hábito, estaban esperando una conferencia de Merton, y entonces, de repente, este apareció, “calvo y con un hábito completamente blanco”. Se marchó para buscar sus notas, y todas las religiosas se desvanecieron y después retornaron con inmaculados ropajes blancos a fin de escuchar al maestro. En el sueño, Nouwen salió de la sala para buscar a Merton, al que encontró con unos pantalones marrones y una camiseta amarilla. Estaba ocupado arreglando algo. Nouwen, haciendo preguntas sobre tornillos y destornilladores, trató de ayudarle, pero Merton no le respondió. Entonces empezó a lijar un viejo banco amarillo y a repintarlo. Nouwen le preguntó dónde podía conseguir papel de lija y pintura; pero de nuevo no le respondió, aunque sí le invitó con un gesto a ayudarle. Las religiosas estaban esperando la conferencia en el fondo de la sala, pero no tenía sentido decírselo. Justamente cuando Nouwen empezó a pintar, se despertó. Su interpretación del sueño fue que la vida espiritual no consiste en pensamientos, ideas o sentimientos especiales, sino que subyace a las experiencias más sencillas de la vida cotidiana”.[1]
[1] M. FORD, Henri Nouwen. El profeta herido, Santander, Sal Terrae, 1999, 177.

UNA ORACIÓN DE NAVIDAD



“Oh, Señor, ¡qué difícil es aceptar tu camino! Vienes a mí como un niño pequeño e impotente que ha nacido lejos de su hogar. Vienes para mí, como un extraño en tu propia tierra. Mueres por mí, como un criminal fuera de las murallas de tu ciudad, rechazado por tu propio pueblo, incomprendido por tus amigos, y sintiéndote abandonado por tu Dios.

Mientras me preparo para celebrar tu nacimiento, trato de sentirme amado, aceptado y en casa en este mundo, y trato de superar los sentimientos de alienación y separación que continúan asaltándome. Pero ahora me pregunto si mi profundo sentimiento de falta de hogar no me acerca más a ti que mi ocasional sensación de pertenencia. ¿Dónde celebro verdaderamente tu nacimiento: en un hogar confortable, o en una casa que no me es familiar, entre amigos que me dan la bienvenida o entre extraños desconocidos, con sentimientos de bienestar o sentimientos de soledad?

No tengo que escapar de aquellas experiencias que sean más cercanas a las tuyas. De la misma forma en que Tú no perteneces a este mundo, yo tampoco pertenezco a este mundo. Cada vez que me siento así, tengo la oportunidad de estar agradecido y de abrazarte mejor, y saborear, más plenamente, tu alegría y tu paz.

Ven, Señor Jesús, y quédate conmigo donde me siento más pobre. Confío en que éste es el  lugar donde encontrarás tu pesebre y traerás tu luz. Ven, Señor Jesús, ven”.


HENRI NOUWEN, Camino a casa, 123.

jueves, 27 de diciembre de 2012

AMISTAD




“Cuando nos preguntamos honestamente qué persona en nuestras vidas significa más para nosotros, a menudo encontramos que son aquellos quienes, en vez de dar muchos consejos, soluciones, o curas, han escogido compartir nuestro dolor y tocar nuestras heridas con una tierna y suave mano.
El amigo que puede estar callado con nosotros en un momento de desesperación o confusión, que puede permanecer con nosotros en una hora de dolor y aflicción, que puede tolerar el no saber, el no curar, el no aliviar y enfrentar con nosotros la realidad de nuestra impotencia, ese es un amigo que se preocupa por nosotros”.

Henri Nouwen