sábado, 12 de enero de 2013

BIOGRAFÍA DE HENRI NOUWEN 1



Henri Nouwen vino al mundo un 24 de enero de 1932, en Nijkerk,  a 45 kilómetros de Amsterdam, y fue el mayor de tres hermanos y una hermana.  Su madre, se llamaba María; su padre, Laurent: vivieron los tiempos de la guerra, pero la familia pudo sobrevivir bastante bien a ella, a pesar de las privaciones y tensiones propias de la ocupación del país.  Según cuentan, Henri  fue siempre un chico inquieto y sociable, que desde  los seis u ocho años gustaba de jugar  a ser sacerdote, tal vez inspirado por el ejemplo de un hermano de su madre, Anton,  que frecuentaba la mesa de la familia.    Henri se sentía amado por su familia, pero tal vez intuía que algo en él  era diferente; se comía las uñas y se mostraba ansioso, como hambriento de algo. Buscaba algo que los suyos no podían darle, algo que seguiría buscando a lo largo de toda su existencia, incansablemente. Su familia era de tradición católica, y abundaban las imágenes de Jesús y María; ellas colmaron la imaginería infantil de Nouwen, y le ofrecieron las claves para construir su personalidad.
 A los 18 años se sentía preparado para ir al seminario; pasó por el seminario menor, dirigido por su tío, y luego ya pasó a Utrecht, donde estudió entre 1951 y 1957, año en que recibió la ordenación. Fueron años felices, era popular entre sus compañeros; decía el propio Nouwen que nunca había sido un estudiante brillante, sino uno que trabajaba duro; a ello atribuye que sus calificaciones en sus últimos cursos del seminario fueran excelentes. Siempre insistió en que la erudición no era lo más importante para él, sino que su interés era fundamentalmente pastoral.
 Al terminar el seminario, su obispo, Bernard Alfrink, le pidió que estudiara teología; pero Henri pensaba en otra cosa, y le propuso que en lugar de la teología le permitiera  realizar sus estudios en psicología, para así profundizar en su interés por la persona humana. Su obispo aceptó, y Henri dedicó los siguientes años, de 1957 a 1966, a estudiar psicología, primero en la Universidad de Nimega, y después en Estados Unidos, en la Clínica Menninger de Topeka, Kansas.
 La década de los 60 fue importante para Henri Nouwen, porque en ella están las bases de su evolución personal y espiritual. Entre 1964 y 1966, durante su estancia en la Clínica Menninger, centro de referencia en esa época en el tema de la psicología aplicada, Nouwen realizó actividades de asesoramiento, estudio las raíces freudianas de la moderna psicología, y sus referentes más actuales, así como mantuvo animadas conversaciones con sus colegas respecto al vínculo entre psicología y religión.
 Entre 1966 y 1968 Nouwen dio clases de teología pastoral en Notre Dame; participó de la renovación y las nuevas formas de enseñar que  intentaban ganar espacio, y fue pionero a la hora de conciliar las nuevas enseñanzas de la psicología moderna, rechazada por muchas a causa de su ateísmo programático, con la pastoral cristiana. Fue también  partícipe del ambiente tenso que entonces recorría Estados Unidos, a causa de la Guerra de Vietnam, y las luchas raciales.  En ese tiempo sirvió como sacerdote a la comunidad académica, celebraba la misa para estudiantes y profesores y ofrecía acompañamiento y dirección espiritual. En su último semestre en Notre Dame, abril de 1968, fue testigo del movimiento social que generó la muerte de Martin Luther King; movido por un fuerte deseo de ser parte de aquello voló en avión a Atlanta, y participó de las manifestaciones. (Continua...)

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