lunes, 28 de enero de 2013

BIOGRAFÍA DE HENRI NOUWEN 3



 En el año 1981 Henri Nouwen renunció a su puesto en la Universidad de Yale, causando asombro entre los que le conocían; sus años en Yale le hicieron sentirse satisfecho y le abrieron a contactos espirituales importantes, a pesar de que no le faltaron críticos entre quienes juzgaban su labor poco académica. No sintiéndose ya a gusto en ese lugar decidió dar un paso arriesgado yéndose a Perú, para compartir con los pobres de América Latina...

 Henri se preguntaba si era allí donde le quería Dios; fue una década convulsa y compleja en la situación del continente que llevó a muchos  teólogos católicos a cuestionarse su visión de Iglesia y a elegir lo que se llamó la “opción preferencial por los pobres”. Henri estuvo durante seis meses en Bolivia y Perú, y también pasó algunas semanas en Nicaragua. Finalmente regresó a Estados Unidos en marzo de 1982, convencido que no era en América Latina donde Dios quería que hiciese su hogar; se había sentido infrautilizado y minusvalorado, y tuvo que luchar contra la depresión. No obstante desde Estados Unidos Nouwen mantuvo su red de amigos de Latinoamérica, y ayudó a que la situación violenta del continente se conociera en Estados Unidos. Estuvo en Guatemala en 1984, y pudo ver de cerca la brutalidad de la dictadura de ese país. Sin embargo va creciendo en la convicción de que la violencia no puede ser la respuesta a los problemas de Latinoamérica, y asume cada vez más el ideal de paz de Jesús.
En 1982 recibe una invitación para enseñar en otro importante centro universitario de Estados Unidos, la Harvard Divinity School, y Henri acepta con la condición de enseñar sólo un semestre cada año. Los tres semestres en los que impartió clases de espiritualidad se centró fundamentalmente en el evangelio de Juan. Como antes en Yale, cada mañana celebraba la eucaristía rodeado de un grupo de estudiantes, profesores y amigos. En esa época volvió también por Latinoamérica: México y Nicaragua; era la época del Sandinismo, y Nouwen pudo conocer a algunos de los líderes del movimiento de izquierda de ese país, pero a pesar de reconocer el derecho que tenían de desarrollar su proyecto social, no confió mucho en ellos, pues les parecieron manipuladores y poco conciliadores. Fue consciente Henri de las consecuencias que una nefasta política del gobierno norteamericano estaba dejando en los más pobres del continente.  Durante mucho tiempo Nouwen fue parte de un movimiento de concienciación de la situación de Latinoamérica en Estados Unidos, llegando a conversar sobre el tema con importantes figuras del gobierno norteamericano.
 Poco antes de empezar su tercer trimestre en Harvard Henri fue invitado a visitar una comunidad de personas discapacitadas en Trosly-Breuil, Francia. Esta comunidad, llamada El Arca, había sido fundada por Jean Vanier, hijo del que fuera gobernador general de Canadá, con el propósito de crear un hogar donde las personas discapacitadas fueran valoradas, y constituyeran de hecho el centro de la comunidad. Henri estuvo seis semanas con Jean Vanier, y descubrió que este hombre encarnaba la visión que él tenía de lo que Jesús realiza en el mundo moderno. Una vez terminado el semestre en Harvard renunció a su puesto en esa oportunidad y se decidió a emprender un nuevo camino. No se sentía en casa entre sus colegas, que valoraban excesivamente la claridad intelectual, pero no se interesaban por llevar la presencia sanadora de Jesús a sus semejantes.
 En 1985, agosto, Henri volvió a Trosly-Breuil para permanecer allí durante nueve meses, viviendo en comunidad con los ayudantes y los miembros discapacitados, y escribiendo. Estando allí recibió una invitación de la comunidad de El Arca, en Toronto, para convertirse en su pastor. Henri aceptó, y en agosto de 1986 se traslada a Daybreak, donde tendría su hogar hasta el momento de su muerte, diez años después. (Continua)

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